sábado, 25 de mayo de 2013

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EL PRIMER GRADO EN LAS ESCUELAS WALDORF

Primer grado es un puente entre el jardín de niños y la primaria. La pérdida de los dientes de leche indica que los niños han completado la formación de su cuerpo físico y están listos para empezar a desarrollar habilidades intelectuales de manera más consciente.

El año inicia con el descubrimiento de que detrás de todas las formas subyacen dos principios básicos: la línea recta y la línea curva. Los niños encuentran estas formas en sus propios cuerpos, en el salón de clases y en el mundo. La curva y la recta se pueden practicar caminando, dibujando en el aire y en la arena, sobre el pizarrón y finalmente, en el papel. Estos dibujos de forma entrenan habilidades motoras, despiertan los poderes de observación de los niños y ofrecen una base para el trazo de las letras, los números y, más tarde, la geometría.

Las letras del alfabeto se presentan a través de cuentos de hadas y otras historias. En lugar de ser símbolos abstractos, las letras se convierten en algo con lo cual los niños tienen una relación real. La “S” puede ser una serpiente sinuosa y silbante de un cuento, que se desliza por el pasto, formando ondas; la “M” puede estar oculta en el pizarrón, en un dibujo de montañas. De manera similar, los niños experimentan primero las cualidades sociales y morales de la matemática: se parte de un todo que hay que repartir y no de partes que hay que acumular. Así, 8 es igual a 2 más 2 más 2 más 2 o igual a 4 más 4. Hay números muy sociables, que se encuentran en muchos otros números (múltiplos); otros que tienen un carácter más singular. Asimismo, para empezar a contar se utilizan piedras, semillas u otros objetos naturales.

A los niños les encanta esto, especialmente cuando repiten los números en coro llevando el ritmo con las manos o con los pies. Sólo después de experimentar la práctica de sumar, restar, multiplicar y dividir se introducen los símbolos de estas operaciones. En cuanto a la música, los niños y las niñas del primer grado aprenden a tocar la flauta en la escala pentatónica. En esta escala, todas las notas tienen un sonido armónico sin importar el orden en que se toquen. Tocar la flauta en forma pentatónica desarrolla la coordinación de los dedos, la concentración y el control de la respiración.

Tejer es una actividad indispensable en el primer año, pues existe una relación estrecha entre el movimiento de los dedos, el habla y el pensar. Comienzan a tejer con los dedos y luego pasan a usar las agujas (hechas por ellos mismos). En el aprendizaje de las lenguas extranjeras, se aprovecha su capacidad de imitación, de asombro y de recibir con los brazos abiertos lo que bondadosamente se les ofrece. Los niños cantan rondas por las que adquieren rimas y ritmos propios de estas lenguas, y mediante la narración se les expone al lenguaje coloquial. Durante los primeros tres años, el juego y los cuentos son partes muy importantes en el ritmo de la clase y aunque no puedan entender la totalidad del vocabulario, sí entienden el sentido general del relato.

El mayor objetivo y reto de la clase de Movimiento (Educación física) es transformar el cuerpo físico a través de la voluntad. En primero, segundo y tercer grados se trabaja en encontrarse en el espacio a través de actividades con movimiento, como correr, esquivar, corretear, reptar, saltar la cuerda, dar palmadas ritmicamente, ejercicios de equilibrio. A través de estas actividades se trabaja el sistema muscular, que afecta o influye directamente en el desarrollo del sistema rítmico. La orientación física es de vital importancia: derecha/izquierda, arriba/abajo, frente/atrás, coordinación y destreza física.